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in English, Spanish Objetivos. El objetivo de este estudio fue evaluar el riesgo clínico de la apendicitis con apendicolito y su importancia al elegir las estrategias terapéuticas. Métodos. Se analizó retrospectivamente a niños con diagnóstico de apendicitis aguda entre junio de 2011 y enero de 2017. Se dividió en un grupo con apendicolito(GA) y un grupo sin apendicolito (GSA) según la presencia o no de apendicolito durante la cirugía abierta. Se revisaron y compararon la presentación clínica, de laboratorios, los resultados de la tomografía computada y los cambios patológicos. Resultados. De 163 pacientes, se incluyó a 23 (media de edad 6,1 años) en el GA y a 140 (media de edad 8,1 años) en el GSA. Los pacientes en el GA tuvieron una hospitalización más extensa, mayor temperatura corporal, mayor frecuencia de diarrea, signo de Blumberg, aumento del porcentaje de neutrófilos, proteína C-reactiva y mayor riesgo de perforación. La puntuación en las escalas de Alvarado (8,3 ± 1,2 frente a 7,0 ± 1,3; P less then 0,05) y de respuesta inflamatoria a apendicitis (10,7 ± 1,6 frente a 7,7 ± 1,9; P less then 0,05) fue mayor en el GA que en el GSA; la presencia de fiebre y apendicolito se asoció con una mayor tasa de apendicitis perforada. Conclusiones. La apendicitis pediátrica con apendicolito representa un mayor riesgo clínico y tiende a causar apendicitis complicada.in English, Spanish Introducción. El objetivo fue evaluar la concentración de vitamina D en niños sanos de 12 a 24 meses suplementados con vitamina D (400 UI/día) durante el primer año. Métodos. Estudio descriptivo transversal entre junio de 2015 y mayo de 2016 en Estambul. Se incluyó a niños de 12 a 24 meses en seguimiento en la clínica del niño sano y con suplementación con vitamina D durante el primer año. Se midió calcio, fósforo, fosfatasa alcalina, hormona paratiroidea y 25-hidroxivitamina D [25(OH)D]. Se definió suficiencia (>20 ng/ml), insuficiencia (15-20 ng/ ml) y deficiencia ( less then 15 ng/ml) de vitamina D. Resultados. El estudio incluyó 197 niños. El 26,9 % (n = 53) siguió recibiendo suplementación después del año (dosis media 491 ± 267 UI/ día). La concentración media de 25(OH)D fue 38,0 ± 13,9 ng/ml. La ingesta regular de vitamina D en menores de un año (p = 0,008) y la continuación de suplementación después del año (p = 0,042) aumentaron la concentración de 25(OH)D en niños de 12 a 24 meses. find more Hubo deficiencia en 4,1 % e insuficiencia en 7,1 %. El nivel educativo materno (p = 0,009) y la leche maternizada (p = 0,012) fueron factores protectores contra deficiencia o insuficiencia. Conclusiones. La concentración de 25(OH)D era suficiente en el 88,8 % de los niños de 12 a 24 meses con suplementación con vitamina D (400 UI/día) durante el primer año. Los niños sanos de 12 a 24 meses con una suplementación correcta de vitamina D en el primer año podrían no requerir suplementación.in English, Spanish Introducción. La fiebre en pediatría es motivo de consulta frecuente. El objetivo fue evaluar los conocimientos, actitudes y temores de los padres ante la fiebre de sus hijos. Material y métodos. Estudio observacional, analítico, transversal. En 2018, se realizó una encuesta a padres de niños de entre 6 meses y 5 años que asistieron al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de la Ciudad de Buenos Aires. Se analizó la asociación entre las variables sociodemográficas y los conocimientos, actitudes y temores frente al cuadro febril. Resultados. Se realizaron 201 encuestas. El 56,7 % de los padres consideró que la fiebre era mala para la salud. El 37 % definió fiebre entre 37 °C y 37,5 °C, y el 59 %, 38-38,5 ºC. La media de temperatura considerada grave fue 39,2 °C (desvío estándar 0,69). El 93 % de los cuidadores utilizaba medidas físicas; el 97 % administraba antitérmicos y el 14,5 % los alternaba. Los temores a las consecuencias fueron, en el 82 %, convulsiones; en el 41 %, deshidratación; en el 18 %, daño cerebral y, en el 12 %, muerte. El 86,5 % despertaba a sus hijos para administrarles antitérmico. En el estrato de mayor instrucción materna, fue menor el temor a la fiebre (odds ratio 0,5; intervalo de confianza del 95 % 0,28-0,91). Conclusiones. Un tercio de los encuestados consideró fiebre valores bajos de temperatura. El temor a la fiebre fue elevado y el nivel de instrucción materna podría mitigarlo.Standard ionic equilibria equations may be used for calculating pH of weak acid and base solutions. These calculations are difficult or impossible to solve analytically for foods that include many unknown buffering components, making pH prediction in these systems impractical. We combined buffer capacity (BC) models with a pH prediction algorithm to allow pH prediction in complex food matrices from BC data. Numerical models were developed using Matlab software to estimate the pH and buffering components for mixtures of weak acid and base solutions. The pH model was validated with laboratory solutions of acetic or citric acids with ammonia, in combinations with varying salts using Latin hypercube designs. Linear regressions of observed versus predicted pH values based on the concentration and pK values of the solution components resulted in estimated slopes between 0.96 and 1.01 with and without added salts. BC models were generated from titration curves for 0.6 M acetic acid or 12.4 mM citric acid resulting ihese models may be useful for product development and food safety by estimating pH and buffering capacity. Published 2020. This article is a U.S. Government work and is in the public domain in the USA.OBJECTIVE The impact of disordered eating extends beyond women with a diagnosed eating disorder. Scarce research to date has investigated disordered eating in a general perinatal population, including the complex interplay between psychosocial factors, mental health symptoms, and disordered eating at numerous pregnancy periods. Specifically, maternal attitudes and relationship satisfaction are psychosocial factors that have been identified as a gap in the literature. METHOD Pregnant women completed an online questionnaire between 18 and 24 weeks gestation (T1, n = 258) and again between 30 and 32 weeks gestation (T2, n = 159). Structural equation modeling was used to test an interrelated model of psychosocial factors-attitudes to pregnancy, attitudes to motherhood, and relationship satisfaction-and disordered eating, mediated by either depressive or anxiety symptoms. Invariance testing examined whether model weights differed between primiparous and multiparous women at each time point. RESULTS While at T1 and T2, there were significant direct associations between psychosocial factors and disordered eating, only at T2 were the associations between psychosocial factors and disordered eating mediated by depressive and anxiety symptoms.